Romain Grosjean conducirá el coche de Fórmula 1 de Haas de 2023 en Mugello este viernes, marcando su primera experiencia en un monoplaza de F1 desde su terrible accidente en el Gran Premio de Baréin de 2020.
Grosjean tenía previsto volver a subirse a un F1 en 2021 con una prueba en el Circuito Paul Ricard al volante de un Mercedes, pero las restricciones por COVID obligaron a cancelar el plan.
Cuatro años después de aquel frustrado intento, Grosjean volverá a la pista junto a su antiguo equipo en una jornada de Testing of Previous Cars (TPC). Conducirá el VF-23, el mismo modelo que usaron Nico Hülkenberg y su excompañero Kevin Magnussen.
El director del equipo, Ayao Komatsu, quien fue ingeniero de carrera de Grosjean tanto en Haas como en Lotus, cumplirá el mismo rol en esta prueba en Mugello.
«Estoy absolutamente encantado de darle la bienvenida a Romain Grosjean de nuevo a un coche de Fórmula 1 por primera vez en cinco años, y especialmente orgulloso de que regrese con uno de nuestros coches: es simplemente lo correcto», dijo Komatsu.
«Me alegra que haya aceptado la oportunidad de volver al volante con nosotros, en un día que será aún más especial por contar con tantos miembros del equipo original reunidos para presenciarlo».
ACCIDENTE DE TERROR PONEN A PRUEBA SEGURIDAD DE LA F1
Pieza clave del equipo en sus primeros años, Grosjean se unió a Haas en 2016 y sumó 104 puntos durante sus cinco temporadas con la escudería estadounidense. Aunque ya estaba previsto su alejamiento al final de 2020, el piloto franco-suizo sufrió un espeluznante accidente en la primera vuelta de la carrera en Baréin, en el marco del Gran Premio de Sakhir, en el que su coche atravesó una barrera y se incendió por la rotura de una línea de combustible.
Gracias al halo, Grosjean pudo escapar con vida y solo sufrió quemaduras en las manos y las piernas. Sin embargo, fue reemplazado por el piloto reserva Pietro Fittipaldi en las dos últimas carreras de la temporada mientras se recuperaba de sus lesiones.
Tras el final de su trayectoria en F1, Grosjean se mudó a IndyCar en 2021, uniéndose a Dale Coyne Racing para una exitosa temporada de debut. Luego compitió durante dos años con Andretti, antes de correr para Juncos Hollinger Racing en 2024. En 2025 pasó a desempeñarse como piloto reserva de Prema, nuevo equipo de la categoría.
Para esta prueba, Grosjean usará el casco —con un diseño creado por sus hijos— que planeaba lucir en su última carrera de F1 en 2020, antes de que su etapa en la categoría se viera interrumpida por el accidente.
«Estoy increíblemente agradecido a [el dueño del equipo] Gene Haas y a Ayao Komatsu por invitarme a participar en el TPC en Mugello», comentó Grosjean.
