El Trofeo Conde de Gódo, que se disputará del 18 a 24 de abril, iniciará una transformación en 2026. La idea es aumentar un 40% su facturación en 5 años y poder competir con los Masters 1000.
Las normativas recientes del circuito ATP determinan que los torneos deben compartir con los jugadores el 50 % de los beneficios que superen el monto del prize money.
En ese contexto, el Godó está obligado a maximizar sus ingresos si pretende conservar su estatus como el mejor ATP 500 y seguir seduciendo a las principales figuras del circuito.
Conviene recordar que en 2025 el título quedó en manos de Holger Rune, quien venció al español Carlos Alcaraz —campeón en 2022 y 2023—, afectado por molestias musculares. Con 12 conquistas, Rafa Nadal continúa siendo el máximo ganador del torneo.
“Junto a Tennium hemos logrado duplicar con creces los ingresos y quintuplicar la facturación en los últimos cinco años. Sin embargo, el profundo proceso de transformación que atraviesa el tenis es tan intenso que, si no seguimos innovando, todo lo avanzado hasta ahora podría perderse”, señaló Xavier Pujol, director ejecutivo del Godó, durante un encuentro con los medios.
Kristoff Puelinckx, CEO de Tennium, señaló que el Godó no puede competir en premios con los Grand Slams ni los Masters 1000, pero sí en ofrecer una “experiencia premium” que lo consolide entre los mejores torneos del mundo. Además, descartó sacarlo del RCT Barcelona y planteó alternativas para paliar las limitaciones de espacio del club.
Para 2027, se planea trasladar algunos partidos de dobles a otro club cercano y externalizar la players lounge, que podría ubicarse en el Hotel Torre Melina Gran Meliá, con más espacio y mejores servicios que la actual.


