El Q2 Stadium de Austin, Texas, fue escenario de un vibrante duelo internacional la noche del viernes 10 de octubre de 2025, donde Estados Unidos y Ecuador firmaron un empate 1-1 que dejó grandes sensaciones en ambos bandos. En un amistoso que sirvió como termómetro para medir fuerzas antes del Mundial 2026, el conjunto norteamericano mostró carácter y reacción bajo el mando de Mauricio Pochettino, mientras que la “Tri” de Sebastián Beccacece confirmó su gran momento futbolístico y su solidez táctica ante un rival de jerarquía.
El partido comenzó con Estados Unidos intentando imponer su ritmo desde la posesión y la presión alta, pero Ecuador fue más preciso en los primeros minutos. Al 24′, el capitán Enner Valencia rompió el cero con una definición impecable tras una asistencia de John Yeboah, aprovechando una desconexión defensiva local. El gol reafirmó la identidad del equipo ecuatoriano: compacto, ordenado y letal al contragolpe. Pese al golpe, el elenco estadounidense no bajó los brazos y buscó empatar con insistencia, pero el travesaño y las intervenciones de Alexander Domínguez mantuvieron la ventaja visitante al descanso.
En el segundo tiempo, el equipo de Pochettino mostró una clara mejoría. Con más intensidad y precisión en el último tercio, logró equilibrar el juego y encontró su premio al minuto 71. Una jugada colectiva que inició Malik Tillman, continuó Tim Weah y finalizó Folarin Balogun, culminó con el delantero empujando el balón al fondo de las redes para el 1-1 definitivo. El atacante del Mónaco se consolida así como una de las figuras más determinantes del nuevo ciclo estadounidense, marcando en partidos consecutivos y demostrando instinto de goleador.
Los minutos finales mantuvieron el suspenso. Estados Unidos insistió con Weah y Pulisic buscando el tanto del triunfo, mientras Ecuador apostó por el orden y la velocidad de Kevin Rodríguez y Alan Franco para sorprender al contragolpe. Ninguno logró romper la paridad, pero ambos dejaron una grata impresión: los locales por su capacidad de reacción y presión, y la Tri por su disciplina táctica y madurez colectiva.