Después de igualar su récord a mitad de balance, con 15 triunfos y 15 caídas en sus primeros 30 encuentros, los Chicago Bulls recibieron un nuevo baño de realidad al perder dos veces seguidas como locales: primero frente a Milwaukee Bucks el viernes y luego ante Minnesota Timberwolves el sábado, lo que los dejó nuevamente anclados en puestos de play-in.
Sin embargo, la amplia caída frente a Minnesota dejó consecuencias importantes para Chicago. Más allá del resultado, el equipo terminó lamentando la salida anticipada de dos de sus jugadores estelares, ambos obligados a abandonar el partido por diferentes molestias físicas. El primero en encender las alarmas fue Coby White, quien presentó una lesión muscular menor en la pantorrilla izquierda, precisamente en la misma zona que ya lo había apartado de la competición durante los primeros once encuentros de la fase regular.


