domingo, diciembre 28, 2025
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El Nacional: entre las deudas, el descenso y la esperanza de un nuevo renacer

Si 2025 pudiera resumirse en una palabra para El Nacional, sería resistencia. El histórico club quiteño, ícono del fútbol ecuatoriano en las décadas del 70, 80 y 90, vivió uno de los años más duros de su existencia: una crisis financiera profunda que terminó en un doloroso descenso administrativo por deudas, pese a haber evitado el cuadrangular del no-descenso en cancha.

Mientras otros grandes del país también padecieron problemas económicos, el caso del Bi-Tri fue el más simbólico: en Tumbaco o el Atahualpa ya no se debatía sobre un 4-4-2 o un falso 9. La verdadera ficción estaba en los ofrecimientos incumplidos de pago. Un ciclo desgastante que se repitió durante meses: sueldos prometidos, depósitos que no llegaban, entrenamientos suspendidos y jugadores que aun así volvían a competir por orgullo, escudo e hinchada.

Ese mismo espiral fue alimentado por juicios laborales que siguieron drenando las arcas rojas. Uno de los más recordados fue el del entrenador Omar Asad, quien en septiembre ganó un litigio por USD 120.000, cifra que se sumó a una deuda global estimada en USD 15 millones, número que ha ido variando, pero que retrata el peso de 18 años de crisis acumulada.

La situación golpeó lo deportivo. El Nacional cerró la fase regular de LigaPro en el puesto 11, con un rendimiento del 38%, muy lejos del respeto que imponía la recordada Máquina Roja. En Copa Ecuador, torneo del que era campeón defensor, fue eliminado por 9 de Octubre antes de los cuartos de final, apagando otro sueño de defensa de título.

Pero incluso en medio del caos, el club mostró grandeza desde otro ángulo: terminó el año como el quinto equipo más taquillero del país, con un promedio de 3.000 entradas por partido, un número cuatro veces menor al de Liga de Quito, líder en asistencia, pero meritorio para un equipo que agonizaba fuera de la cancha.

La crisis no solo afectó balances, también vidas. Futbolistas que fueron desalojados por no pagar arriendo, pensiones escolares atrasadas, familias sosteniéndose con ventas improvisadas para subsistir. Un drama social que contrastaba con la entrega del plantel, que quería cerrar el año enfrentando a Delfín, pero que no pudo disputar su último partido por el descenso decretado en mesa.

El fantasma de Deportivo Quito rondaba el futuro: caer a la Serie B y, eventualmente, a Segunda categoría. Un destino que parecía inevitable… hasta que llegó un giro inesperado, digno de una narrativa épica.

Con diciembre llegó el primer rayo de luz: los militares retomaron el mando del club con el General Ricardo Cajascomo nuevo presidente, y se oficializó un convenio de inversión con la empresa NEF Naniecheandia, un acuerdo que apunta a reorganizar las finanzas, estabilizar al club y empujar el anhelado resurgir del Nachito.

¿Garantías? Ninguna. El fútbol ecuatoriano ha visto socios estratégicos prometer revoluciones que terminaron en silencio. Pero a diferencia de otros años, hoy la fe tiene fundamentos: hay conducción renovada, un plan de inversión real y una hinchada que, incluso en crisis, no dejó de creer.

Porque si algo nunca perdió El Nacional en 2025 fue eso: el sueño de volver a ser grande. Ahora, el objetivo es claro y urgente: regresar a la Serie A. Lo demás será reconstrucción, memoria y tiempo. Pero el primer paso, por fin, ya está en marcha.

Naomi Miranda
Naomi Mirandahttp://www.pizarrasports.com/
Editora web del medio deportivo Pizarra Sports
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