Independiente del Valle se consagró campeón después de una temporada impecable que confirmó su superioridad a lo largo del campeonato.
El conjunto rayado mostró un estilo sólido, contundente y ordenado, logrando los puntos necesarios para establecer una ventaja clara frente a sus rivales.
Con este título, el club reafirma su proyecto deportivo y consolida un ciclo exitoso que sigue marcando historia en el fútbol ecuatoriano.
El Rayado llegó a la jornada decisiva con la posibilidad real de sellar el campeonato y lo logró gracias a un rendimiento colectivo que se mantuvo constante durante todo el año.
Desde el inicio del torneo, IDV exhibió una superioridad evidente, basada en un juego organizado, presión alta, circulación limpia del balón y un aprovechamiento preciso de las oportunidades en ataque.
Esta combinación lo mantuvo como líder sólido y, finalmente, le permitió levantar un trofeo totalmente merecido.
Pocos equipos en los últimos años han logrado sostener una campaña tan consistente como la que presentó Independiente del Valle.
Semana tras semana, el Rayado demostró que su proyecto deportivo es uno de los más sólidos y estructurados del país, consolidando así su lugar entre los clubes más destacados de Ecuador.
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