Lo que parecía ser una jornada de trámite para sellar la clasificación, se transformó en una pesadilla. Manchester City de Pep Guardiola fue sorprendido y superado en casa por un contundente Bayer Leverkusen, que se llevó una victoria de oro con un marcador final de 0-2.
El resultado es un auténtico «batacazo» o «bombazo» mayúsculo si se considera el inmenso poderío citizen, jugando en su fortaleza, el Etihad Stadium.
El equipo alemán, que llegaba a este duelo con una extrema necesidad de puntos, no sólo logró perforar la defensa inglesa, sino que firmó una de las grandes sorpresas de la jornada. Los artífices de esta gesta fueron Alejandro Grimaldo 23′ y Patrik Schick 54′ , quienes con sus goles se llevan el crédito de haber silenciado a la afición local y, lo más importante, de obtener tres puntos vitales.
Los ingleses llegaban cómodos a la cita (cuarto puesto con 10 puntos). Sin embargo, esta inesperada derrota obliga a posponer su clasificación y a jugarse el primer puesto y el pase en la última y dramática jornada. La maquinaria de Guardiola se vio frenada de golpe.
Para el equipo alemán (ubicado en la parte baja de la clasificación antes del partido con 5 puntos), el contexto era de «segunda oportunidad», con el riesgo de quedar fuera de los puestos de play-offs.
